“Necesitamos que los líderes empresariales usen su profunda influencia para generar oportunidades e impulsar el crecimiento inclusivo. Ninguna empresa puede darse el lujo de hacer caso omiso de este esfuerzo, y no hay ningún objetivo a nivel mundial que no pueda beneficiarse de la inversión del sector privado.”
António Guterres, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas
Si bien la puesta en vigor de la agenda de los ODS dependerá de los gobiernos, la realidad es que no podrá concretarse sin la participación del sector privado.
Los roles claves que debe cumplir el sector empresarial
El sector privado está bien posicionado para mejorar la calidad de vida de las personas que, en todo el mundo, viven en los estratos más pobres de la sociedad. En los países en desarrollo, las empresas son responsables del 84% del PBI y del 90% de las oportunidades laborales. Esto les da la posibilidad de cumplir la promesa de un desarrollo económico socialmente inclusivo y sostenible a nivel global.
Los ODS no podrán ser plasmados sin una innovación revolucionaria en una variedad de ámbitos, tales como la energía, la construcción, la alimentación y la movilidad. En gran medida, estos avances surgirán de los constantes procesos creativos y las actividades de investigación y desarrollo impulsadas por las empresas.
La ONU estima que hace falta una inversión anual de entre cinco y siete billones de dólares estadounidenses para concretar los resultados de los ODS de aquí a 2030. Las empresas juegan un papel muy importante que desempeñar a la hora de responder a estas necesidades de inversión.
Es importante no subestimar el impacto que las empresas pueden tener en los ODS al mitigar sus impactos negativos más destacados en las personas y el planeta. En particular, si el sector empresarial se propone garantizar el respeto de los derechos humanos a lo largo de sus cadenas de suministro, podrá tener un impacto positivo en la vida de algunos de los individuos más vulnerables de la sociedad.
Si bien los ODS necesitan al sector empresarial, esta es una dependencia debe ser mutua. Las empresas no pueden prosperar en sociedades que se vienen abajo, y el éxito a largo plazo sólo puede darse si se concretan estos Objetivos.
Claramente al sector privado le conviene trabajar para desarrollar soluciones de negocio sostenibles y llevarlas a escala. Los ODS pueden usarse como una lente para abordar desafíos, armar una estrategia de crecimiento sólida, y acceder a nuevos mercados.
Los ODS dan cuenta de una agenda ambiciosa y transformadora. Las empresas que lideren activamente esta transformación y ubiquen a estos Objetivos en un lugar central en sus decisiones operativas van a estar mejor posicionadas para aprovechar nuevas oportunidades de mercado, gestionar riesgos, y consolidar su licencia para operar de cara al 2030 y más allá.
Un informe publicado en 2017 por la Business and Sustainable Development Commission muestra que cumplir con los ODS podría liberar el potencial de USD 12 billones por año en materia de oportunidades de mercado hacia el 2030, este tiempo que podría generar más de 380 millones de puestos de trabajo.
Reducir los residuos de alimentos dentro de la cadena de valor (entre USD $ 155 y 405 mil millones)
Promover servicios forestales sostenibles y prevenir la deforestación dentro de la cadena de valor (entre USD $ 140 y 365 mil millones)
Innovar en soluciones alimentarias para los mercados de bajos ingresos (entre USD $ 155 y 265 mil millones)
Viviendas accesibles (entre USD $ 650 mil millones y 1,080 billones)
Edificios energéticamente eficientes (entre USD $ 555 y 770 mil millones)
Vehículos eléctricos e híbridos (entre USD $ 310 y 320 mil millones)
Desarrollar un modelo circular para la industria de los vehículos (entre USD $ 475 y 810 mil millones)
Ampliar las opciones de energías renovables (entre USD $ 165 y 605 mil millones)
Desarrollar un modelo circular para dispositivos y maquinarias (entre USD $ 305 y 525 mil millones)
Cobertura conjunta de riesgos para brindar seguros de salud y prevenir riesgos sanitarios en la comunidad (entre USD $ 350 y 500 mil millones)
Monitoreo remoto de pacientes (entre USD $ 300 y 440 mil millones)
Servicios remotos de salud para efectuar diagnósticos a distancia (entre USD $ 130 y 320 mil millones)
Es cada vez más evidente que las compañías que demuestran tener un impacto positivo sobre los ODS tienen acceso a toda una gama de beneficios en materia de acceso a capitales. Muchos de los principales inversores institucionales del mundo perciben los ODS como un marco clave para dar respuesta a la creciente demanda de inversiones en emprendimientos de impacto. Por eso buscan alinear sus carteras de inversión con las ambiciones de los ODS, y lo hacen canalizando sus inversiones hacia entidades capaces de probar un impacto robusto sobre estos Objetivos.
Otros instrumentos financieros más bien novedosos—como los bonos de ODS, impulsados por Enel, HSBC y el Banco Mundial, los préstamos vinculados a ESG (siglas en inglés que se refieren a las dimensiones ambiental, social y de gobierno corporativo), y los mecanismos de financiación mixta están brindando señales cada vez más claras que el estar alineados con los ODS puede ser determinante a la hora de reducir el costo de capital en el largo plazo.
Integrar los ODS en la estrategia de negocio y la operatoria de una compañía puede proteger contra varios riesgos.
Las problemáticas ambientales y sociales están volviéndose cada vez más prevalentes y extremas, por lo que las empresas que no hayan implementado programas a tal efecto corren el riesgo de sufrir impactos más profundos. Los eventos climáticos extremos y el malestar social pueden obstaculizar el crecimiento económico a largo plazo y alterar los mercados. Tomar medidas para abordar los ODS no solo es lo mejor para el planeta: es también necesario para salvaguardar el desempeño a futuro de todo negocio.
A medida que se va acercando el 2030, plazo de concreción de los ODS, muchos gobiernos seguramente pongan en vigor políticas para garantizar su oportuno cumplimiento. La normativa que impone aranceles sobre las prácticas empresariales poco sostenibles (como la emisión de gases de efecto invernadero) podrían hacer que las empresas que no cumplan tengan que afrontar más impuestos o incluso vean amenazada su licencia para operar.
En todo el mundo, las partes interesadas pretenden que el sector empresarial tome el liderazgo en la senda hacia la concreción de los ODS. Las empresas que opten por la inacción, o que no informen su avance de forma transparente, corren el riesgo de avivar el fuego de la creciente desconfianza en el sector privado, y dañar su reputación en el largo plazo.
Los ODS son nuestra hoja de ruta hacia el desarrollo sostenible de cara el 2030. ¿Recuerda cuáles son los beneficios de alinear una empresa con estos Objetivos?
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